Talón de Aquiles en la interacción social: La verdad y su relato.

Cavernícolas interactuando socialmente

Todos alguna vez se han preguntado ¿ Cuál es la verdad?. Cuál es la verdad de todo lo que ha sucedido, cuál es la verdad de la historia, de la política, cuál es la verdad de mis relaciones familiares, de mis amistades, la verdad de la historia de mi vida, etcétera.

Siempre hay dos elementos en este asunto. Un elemento es la verdad en sí misma y otro es el relato que construimos para hablar de la verdad e interpretarla desde nuestra mente. Todo lo que hablamos de la verdad es un relato y el relato nunca es la verdad plenamente. Pero intentamos que nuestros relatos se acerquen a la verdad, al menos los honestos. Queremos que nuestro relato sea lo más fidedigno a la realidad.

Podríamos dejar de complicarnos con cuál es la verdad y simplemente adaptarnos a cualquier relato que se nos ponga en el camino. Sin embargo, no es posible hacer eso de manera indefinida porque siempre se topa ante nosotros el problema fundamental de la existencia humana. Y el problema fundamental de la existencia humana es la interacción social. Es por la interacción social que el bebé logra sobrevivir y hacerse independiente, por la interacción social se crean guerras y se experimentan pasiones de todo tipo, es en la interacción social que se acuerdan como comunes los fluctuantes valores subjetivos de lo que es o no importante, lo deleznable, todo lo que atañe a la ética( aunque en esto puede que no todo el mundo esté de acuerdo conmigo, como el creyente religioso que debe dar justificaciones a dios), y por el problema que supone la interacción social también surgen buenas y malas soluciones, soluciones reales, soluciones ficticias, soluciones a medias, soluciones perfectibles y de todo tipo. Soluciones como el dialogo, el papel moneda como una forma más justa de intercambio, la economía, la diplomacia, la política, y las estructuras de poder, o las simples normas de convivencia justa y pacífica.

Al notar todo esto, no podemos simplemente adecuarnos a cualquier relato acerca de la verdad. Con la madurez aprendemos a escuchar el relato del resto, y a dialogar. O al menos eso creeríamos las personas más razonables que es lo que debería ser la madurez y lo que todo ser humano al pasar los años debería asumir. Sin embrago, curiosamente este tipo de madurez es algo que no llega a todo el mundo, incluso a veces vemos que esta madurez ni siquiera le llega a la mayoría. La mayoría simplemente llega e impone su relato de la verdad como si esa fuese la verdad de manera indiscutible, y ahí comienza el conflicto.

El individuo pacífico y razonable debe plantearse, por lo tanto, al ver toda esta situación, que el relato de la verdad está en conflicto. Tú relato acerca de la verdad y el mío se contraponen, o el relato de ese grupo y el de los míos, o mi relato y el de mi familia. Y aquí pueden pasar distintas cosas:

  1. Una de las partes asume su relato de la realidad como la verdad indiscutible y la otra parte decide( aquí 3 posibilidades) si mantener su propio relato que está en conflicto con el de los primeros, dejar su propio relato para adaptarlo al relato del otro, o el camino del medio, que es buscar un nuevo relato que se encamine a abrir el relato de los otros para crear un nuevo y gran relato en común, lo que es una tarea titánica que a menudo tarda años e incluso puede socavar la vida por completo cuando se trata del relato de un individuo en cierta posición desventajosa contra un grupo grande como su familia o un grupo de mayor envergadura, especialmente si es liderado por un autodeclarado poseedor de la verdad y con un gran poder económico en sus manos, por dar un ejemplo.
  2. Ambas partes advierten que el relato del otro es distinto al propio, y en vez de declarar como verdad indiscutible su propio relato, se abren a dialogar respecto a un nuevo relato acerca de la verdad que logre convencer a ambas partes de que efectivamente es un relato más cercano a la auténtica verdad real.

Este es el talón de Aquiles de la interacción social, el problema fundamental de la existencia humana.

Lo dejo para la reflexión del lector.

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